"Me quedo con la vez que me dijo que era grande, que tenĆa la sonrisa mĆ”s pura y que mis ojos eran el mejor reflejo de los atardeceres que sigo viendo. Me quedo con aquel momento que me miró arqueando una ceja, dando por hecho que estaba loca. Con los viajes que planeamos y los que hicimos en su coche.
Con sus muecas y su risa cuando yo decĆa algo que no tenĆa nada de gracia, con su manera de atiborrarse de comida y con esa canción. TĆŗ sabes cual es. Con su sudadera favorita que tambiĆ©n era la mĆa.
Con los colmillitos que aparecĆan con esa sonrisa que me volvĆa loca y con sus ojos que se veĆan aĆŗn mĆ”s bonitos mientras dormĆa. Con la primera vez que lo vĆ dormir y escuchamos de fondo “alguien que sepa parar enero” y nos echamos a reĆr. Con mi enero de ese aƱo del que Ć©l se adueñó.
Y con esos benditos dĆas de verano y los dĆas tachados del calendario con ganas. Con los dĆas que pasamos a cientos de kilómetros, los que pasamos a centĆmetros y los que sólo nosotros sabemos que pasĆ”bamos. Con ese techito de estrellas.
Siempre me quedarĆ© con las contadas veces que me besaba el cuello, la manĆa de echarme el pelo hacia atrĆ”s. Y con las idas y venidas. Con la vez que me cogió a hombros en medio de toda la gente y tambiĆ©n cuando bailamos esa canción como locos. Con sus reflexiones absurdas, con las noches que nos escapĆ”bamos muy cerca de casa y los dĆas que estĆ”bamos a muchos metros de altura. Que no fueron pocos.
Me quedo con la hipótesis de una vida a su lado que me llega a encantar."
Fuente: CafƩ Desvelado