Hoy vengo a declarame fan de ti. Quiero tener la osadĆa de dictar alto, fuerte y claro, que soy tu fiel seguidora. Y no, adelanto que no es porque hayas ganado un óscar al mejor actor del aƱo, es porque has ganado el de mi corazón. DirĆa, de hecho, que eres el peor intĆ©rprete que he conocido en toda mi pequeƱa pero no tan corta existencia. Eres incapaz de fingir aquello que no siente el alma. No sabes poner buena cara cuando las cosas estĆ”n feas "de cojones". No te sale la risa si estĆ”s enfadado. No vas a hablar si estĆ”s triste. Y no tiene nada que ver con aquellos prototipos sociales que tan bien nos hemos inculcado todos desde pequeƱos. Es porque tĆŗ eres diferente. TĆŗ eres Ćŗnico. TĆŗ eres de verdad. No estĆ”s aquĆ para cumplir un guión, sino para seguir lo que dicte tu conciencia, pero sobre todas las cosas, tu corazón.
No te gustan las cosas a medias tintas. Te altera el desorden y eres tan maniĆ”tico que ni tĆŗ mismo te das cuenta de lo perfeccionista y organizado que puedas llegar a ser. Eres ese chico perfecto que toda chica querrĆa tener en su casa. Y no solamente por la multitud de quehaceres que eres capaz de desempeƱar, sino por el color que le das a este nido que hoy es nuestro hogar.
Eres cariƱoso, atento, detallista, romƔntico, sincero, leal, fiel, chisposo, simpƔtico, gracioso, entregado, paciente, luchador, guerrero, sacrificado, con ideas y metas, guapo, con perfecta sonrisa, cabello sedoso, espalda esculpida.
¡Ah sĆ! Pero sólo con quien quieres serlo. Todo en su justa medida. No vayamos a mezclar la cal con la arena. SeƱores y seƱoras, Ć©l sabe muy bien lo que hace, por quĆ© lo hace y por quĆ© deja de hacerlo. Y resulta que siempre tienes tus argumentos, ¿verdad?
Y es que a simple vista quizĆ” no se pueda percibir. Pero, ¿cuĆ”ntas cosas nos perdemos del mundo entero por juzgarlo a simple vista?.
Yo soy una afortunada. Me declaro adicta a la bendita diosa de la suerte que me ha bendecido con poder ver mĆ”s allĆ” de tus corazas exteriores. Soy afortunada porque me has dejado entrar en tu alma y has permitido tocarme la mĆa con la tuya. Soy dichosa por todas las cosas que me has enseƱado acerca de una sociedad que yo creĆa extinguida en dĆ©cadas anteriores. Y no sólo me lo has dicho desde el primer momento, sino que has dejado ver en cada uno de tus movimientos y has demostrado con creces que la magia aĆŗn existe en pleno siglo XXI.
Gracias, a ti, a todo, por alumbrarme cuando dejƩ de creer. Porque hoy puedo declarar que eres mi persona favorita.
*InspirƔndome en ti.