Si buscas una aventura, ella no se conformarĆa sólo con
andar sobre la Luna. Le gusta vibrar, ir siempre un paso mƔs allƔ. Nunca le dio
respeto volar. Tan alto como sus alas ficticias pueden alcanzar. Explorar atardeceres
lejos de ataduras llenas de corduras. Sus grandes drogas, las carcajadas
sonoras. Lleva la mĆŗsica por las venas. En sus maƱanas suenan melodĆas que
interpreta bailando en medio de las vĆas. Gente sorprendida, mira, aburrida, de
su vida. Nunca podrĆ”n ser como un dĆa prometĆan, y eso es lo que envidiarĆan.
En ella no tiene cabida el drama. Siempre de frente te dirĆ”, toda la verdad.
Alma fugaz, sin ningún tipo de disfraz. Se volvió adicta a la endorfina
generada por su ese ritmo que la refina. Risa contagiosa, ella es pura prosa,
sin demoras. DĆa tras dĆas mĆ”s se
exigĆa.
Nunca parar, siempre en movimiento. Le gusta que en la cara
le acaricie el frĆo viento. Prejuicios vanos, con ella, mejor desbaratados a un
lado. Con ella podrƔs dar la vuelta al mundo en un segundo. El don de la
conversación puede ser su bendición o tu perdición. Eso sĆ, nunca se le dio bien,
sentarse a esperar lo que le dicta la sien. Si le preguntas por sus hobbies te
dirĆ”, que quizĆ” perderse y nunca encontrarse, aunque pueda sonar a desastre.
Ella no te pedirĆ” una cita normal. Prefiere que la sorprendas
a que la lleves a pasear. Tomar una caƱa nunca estƔ de mƔs. Pero eh, mejor
hagƔmoslo al revƩs. Libera tu estrƩs. No
teme despeinarse, ni contra la pared estamparse. Aprendió a cada paso a caer y
levantarse. Adicta a la moda, pero que siempre preferirĆ” ver amanecer a con un
look impecable permanecer. PequeƱo torbellino de ojos brillantes. Incesable. Luchadora
incansable. No supo ver el miedo mirÔndola de frente al mil kilómetros de casa
alejarse. Ella no es fan de quejarse. Y si la dejases, un mundo enƩrgico ella
te enseƱase.
~Elisabeth Oviedo.~
~Mut.~