Baila sola en el vagón número trece. No le importa la vergüenza, no hay nada ya que le pese. Kilómetros distantes separan capitales vitales. Pero ambos conocen los lugares mÔs singulares. Eres una historia llena de cuentos especiales. Te rodean los fuegos artificiales. Ella quiere contar las constelaciones de tus lunares. Destellos de ilusiones llenan ojos marrones.
Perdió la poca cordura que aĆŗn controlaba su gran locura. Piensa que ya no merece la pena la cura. Sus uƱas, con un perfecto color rojo procura. Salta de alegrĆa en cualquier avenida. Alma inquieta con vibración positiva. Todo se llena de batallas vividas entre fronteras dormidas. Doncellas guerreras y dragones de colores. Cuenta marcha atrĆ”s las horas para evitar posibles demoras. Carcajadas nerviosas con risas sin prisas. Y en el estómago, mariposas.
No tener conexión ahora es motivo de larga agonĆa. Sus auriculares negros le dictan la perfecta melodĆa. Es tu voz, llena de dulce cabezonerĆa. La fĆsica moderna ha hecho que, de repente tĆŗ, alegres cada uno de sus dĆas.
Sueña con parar el tiempo en todo momento. Pero el cruel señor segundero nunca tuvo compasión ante tanta pasión. Extraña sensación. QuizÔ aprovechar mÔs la ocasión hubiese concluido en confusión...
~ Haces que el tiempo se derrita. ~